1) Ven Espíritu Creador

Ven, Espíritu Creador,
Visita las mentes de tus siervos,
Llena de celestiales gracias
Los corazones que Tú has creado

Tu, que eres llamado Paráclito,
Don de Dios Altísimo,
Fuente viva, fuego, amor
Y unción espiritual.

Tú que das tus siete dones,
Eres el dedo o la fortaleza del Padre,
Tu auténtica promesa del Padre,
Que inspiras lo que hemos de decir.

Enciende con tu luz nuestros sentidos,
Infunde tu amor en nuestros corazones
Fortaleciendo con perpetuo auxilio
La debilidad de nuestra carne

Aleja de nosotros al enemigo de nuestras almas,
Danos pronto la paz del corazón,
Y puestos bajo tu guía,
Evitaremos todo mal.

Haz que por Ti conozcamos al Padre
Y conozcamos también al Hijo
Y por Ti, que procedes de ambos,
Creamos en todo tiempo.

A Dios Padre sea la gloria
Y al Hijo que resucitó entre los muertos
Y al Paráclito, por los siglos de los siglos. Amén

2) Salve Estrella del mar

Salve Estrella del mar,
Madre, que diste a luz a Dios,
Quedando perpetuamente Virgen,
Feliz puerta del cielo.

Pues recibiste aquel Ave
De labios de Gabriel,
Ciméntanos en la paz,
Trocando el nombre de Eva.

Suelta las prisiones a los reos,
Da luz a los ciegos,
Ahuyenta nuestros males,
Recábanos todos los bienes.

Muestra que eres Madre,
Reciba por tu mediación nuestras plegarias
El que nacido por nosotros,
Se dignó ser tuyo.

Virgen singular,
Sobre todos suave,
Haz que libres de culpas,
Seamos suaves y castos.

Danos una vida pura,
Prepara una senda segura,
Para que, viendo a Jesús
Eternamente nos gocemos.

Gloria sea a Dios Padre,
Loor a Cristo Altísimo,
A los tres un solo honor. Amén.

3) Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador,
Porque ha mirado la humildad de su esclava.Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí.
Su Nombre es Santo.

Y su Misericordia llega a sus fieles
De generación en generación
Sobre los que le temen

Él hace proezas con su brazo
Dispersa a los soberbios de corazón
Derriba del trono a los poderosos
Y enaltece a los humildes
A los hambrientos los colma de bienes
Y a los ricos los despide vacíos

Auxilia a Israel su siervo
Acordándose de su misericordia
Como lo había prometido a nuestros padres
En favor de Abraham y su descendencia
Para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos Amén.

QUINTA MEDITACIÓN:

Si yo supiese bien desechar toda consolación humana, ya sea por alcanzar devoción o por la necesidad que tengo de buscarte, porque no hay hombre que me consuele, entonces con razón, podría yo esperar en tu gracia y alegrarme con el don de la nueva consolación.

Gracias sean dadas a Ti, de quién viene todo, siempre que me sucede algún bien.

Porque delante de Ti yo soy vanidad y nada, hombre mudable y flaco.

¿De dónde, pues, me puedo gloriar, o por qué deseo ser estimado?

¿Por ventura de la nada? ¡Esto es vanísimo!

Verdaderamente, la gloria frívola es una verdadera peste y grandísima vanidad, porque nos aparta de la verdadera gloria y nos despoja de la gracia celestial.

Porque contentándose un hombre a sí mismo, te descontenta a Ti; cuando desea las alabanzas humanas, es privado de las virtudes verdaderas.

La verdadera gloria y alegría santa consiste en gloriarme en Ti y no en mí; gozarme en tu nombre, y no en mi propia virtud, ni deleitarme en criatura alguna, sino por Ti.

Sea alabado Tu Nombre y no el mío; engrandecidas sean tus obras, y no las mías; Bendito sea tu Santo Nombre, y no me sea a mí atribuida parte alguna de las alabanzas de los hombres.

Tú eres mi gloria. Tú eres la alegría de mi corazón.

En Ti me gloriaré y ensalzaré todos los días; mas de mi parte no hay de qué, sino de mis flaquezas.

 

CON ESTOS PENSAMIENTOS, NOS RETIRAMOS, PERO QUEDAMOS EN MEDITACIÓN Y CONTEMPLACIÓN, atentos a lo que el Espíritu Santo nos quiera comunicar…